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Linux en la escuela
Desde que comencé esta bitácora, vengo proponiendo el uso de Linux, sobre todo en los centros educativos. No sé si esto se ve como algo muy bonito pero utópico, o como la manía del hippy de la familia al que no hay que hacer mucho caso. Naturalmente, ambas visiones son equivocadas, como explicaremos a continuación. Lo que debemos dejar claro desde el principio es que el uso de Linux no implica eliminar Windows del disco duro, pues ambos sistemas operativos pueden coexistir perfectamente, y que si no se enseña Linux en la escuela, se está hurtando a los estudiantes un amplio campo de las nuevas tecnologías que les puede resultar muy útil en el presente y en el futuro. Así que lo de Linux no se trata de un caprichito, sino que forma parte, junto al software libre y al código abierto en general, de una nueva visión cultural en la que participamos todos de alguna manera y que hay que fomentar desde la escuela. Esto es lo que se propone la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid con la distribución MAX: Madrid_linuX.
Evidentemente, no se puede esperar que la integración de GNU/Linux en los centros educativos la realicen esforzados profesores que no tienen los conocimientos suficientes en este campo. Por ello, son varias las comunidades españolas que han publicado su distribución de Linux para fomentar el uso de este sistema operativo principalmente en el sistema educativo, pero también en otros ámbitos como el empresarial o el cultural. La primera de estas distribuciones fue gnuLinex, de la Comunidad de Extremadura, que abrió un camino nuevo a nivel mundial que casi nadie se había atrevido a explorar. No vamos a discutir aquí si este auge de distribuciones es bueno o es malo, lo que queda claro es que hay un intento de promover el uso del software libre que se debe apoyar desde el mayor número posible de posiciones. Esto se facilita mucho con la inclusión del sistema operativo Linux en los ordenadores que reparten estas consejerías, como hace la de la Comunidad de Madrid, que lo incluye junto a Windows, con lo que nadie puede quejarse de que se limite el uso de sistemas operativos. Ahí tenemos Windows y Linux en igualdad de condiciones; aprendamos a que convivan en paz y enseñemos a nuestros alumnos los dos lados del mismo planeta, y no sólo el más visible desde la Tierra.
Pero hablemos en la práctica. En mi instituto hemos recibido últimamente ordenadores con ambos sistemas operativos instalados. Por comodidad y por motivos de programación de la asignatura, hasta ahora hemos estado utilizando más Windows que Linux, pero mis alumnos también han utilizado Linux de vez en cuando para que vean que tienen ahí un sinfín de programas y herramientas totalmente gratuitos que pueden utilizar con toda comodidad. Los estudiantes suelen ser muy receptivos a las novedades, y todo lo relativo a Linux les mola, aunque no sepan muy bien de qué va la cosa, pero enseguida se dan cuenta de que estas nuevas aplicaciones no son tan distintas de las de Windows. Lo que debemos procurar es que lleguen a utilizar ambos sistemas operativos viendo más sus parecidos que sus diferencias. Hay que decir en favor de estas distribuciones de Linux que tienen más programas educativos que los que pueda tener cualquier instalación de Windows, y por tanto los profesores y los alumnos pueden aprovechar más estos sistemas en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Los centros educativos que no tengan Linux instalado en sus ordenadores podrían solicitar a las respectivas Consejerías la inclusión de este sistema operativo. Mientras tanto, podrían utilizar los CDs y DVDs live que suelen tener estas distribuciones educativas de Linux y otras muchas. El sistema más conocido de formato live es KNOPPIX, que consiste en un CD o DVD donde está incorporado todo el sistema operativo y que se puede arrancar desde el lector y no desde el disco duro, de manera que no hay que instalar el sistema, pudiendo utilizarse como cualquier otro programa. No resulta difícil, en todo caso, instalar todos estos sistemas en una partición del disco duro. Como se ve, no es tan complicado empezar a trabajar con Linux, y una vez que tenemos este sistema operativo, resulta fácil usar los programas, pues la mayoría son parecidos a los que se utilizan en Windows. En todo caso, siempre podemos utilizar Windows con software libre, pues son muchos los programas gratuitos que tenemos a mano: OpenOffice, Mozilla, GIMP, y tantos otros. Esto no es la solución, desde mi punto de vista, pero es un buen comienzo.
En resumidas cuentas, la obligación que se nos ha impuesto hasta ahora de utilizar Windows como único sistema operativo no tiene razón de ser en la actualidad. Son muchos los motivos que nos deberían hacer reflexionar a la hora de trabajar con nuestros alumnos en el campo de las nuevas tecnologías, y uno de ellos es el uso de sistemas operativos libres y gratuitos que no les obliguen a comprar o piratear los programas más útiles para sus estudios. No podemos hacer cargar a las nuevas generaciones con el peso de los programas comerciales, que suelen abusar en muchos sentidos de su posición dominante. Una cultura nueva y potente se está abriendo camino delante de nuestras narices; sería muy triste que los docentes no la viéramos ni la impulsáramos desde las aulas. Porque si nosotros no la fomentamos, otros se aprovecharán de nuestra ignorancia o nuestra indiferencia.
Por Alejandro Valero en Software libre el 22.08.05 con 9 comentarios
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