Web de la Fundación Sidar,
un buen lugar donde empezar a conocer la accesibilidad
Parece que la accesibilidad se ha puesto de moda a la fuerza. Y ello es debido en parte a la nueva ley que entrará en vigor en enero de 2006 y que obliga a que todas las páginas web de la Administración cumplan con las normativas de accesibilidad. Por eso, no tardaremos en ver cambios en muchas páginas, aunque me temo que algunos de estos cambios van a ser precipitados y chapuceros, porque no se puede aprender la lección a última hora. Y es que son muchas las páginas de contenido público que llevan bastante tiempo en el reino de internet como si fueran castillos inexpugnables a los que sólo tienen acceso unos cuantos caballeros intrépidos. Pero ha llegado la hora de la humildad y de la sencillez, y a muchos responsables los han pillado sin haber hecho los deberes.
Yo no soy nadie en esto del diseño web. Ni siquiera tengo un título que lo avale. Aquí, como en casi todo, soy autodidacta, y práctico. He leído algunos libros y muchas páginas en internet de especialistas que tratan el tema. Y después he intentado aplicar estos conocimientos en mis páginas web, lo que me ha dado mucha visión práctica del asunto. Además, hago un gran esfuerzo por acumular sentido común, que con la edad resulta más asequible. Pero tengo un pequeño defecto. A veces me indigno cuando veo cosas que están muy mal hechas, y entonces no me puedo callar. Varios artículos de mi bitácora dan fe de ello. No quiero parecer presuntuoso (en todo caso, no tengo capacidad para serlo), pero he visto por estos ojos muchos diseños que no me gustan, porque no cumplen con las mínimas exigencias. De ellos he aprendido lo que no se debe hacer, y es que en internet estamos todos para aprender. Me puedo equivocar, como todo el mundo, y todavía estoy esperando que alguien me diga: “Eres muy majo, Alejandro, pero se nota que eres autodidacta. Sigue aprendiendo un poco más, y dentro de unos años hablaremos”. Bueno, ya llevo unos cuantos años en el reino de internet, y algo he aprendido.
Pero entremos en materia. Hace poco escribí sobre la desastrosa página web de la gripe aviar, y posteriormente he leído otros artículos que también la critican. La verdad es que resulta difícil hacerlo peor, pero hoy he encontrado otra víctima asequible para mi análisis, no tan chapucera (ya he utilizado dos veces esta palabra) como aquélla, aunque en este caso la página es “una web innovadora y experimental destinada a discapacitados”, como se afirma en un artículo que la presenta. No voy a dar nombres ni enlaces, porque eso no importa; son muchas las páginas que se encuentran en estas condiciones. Lo importante es que aprendamos de los errores, a veces de los propios, y otras veces de los ajenos.
Pues a lo que vamos. Yo, en mi ignorancia, no sé si realmente esta página web cumple totalmente con las normativas de accesibilidad, como sus creadores pretenden, porque, aunque algo sé del asunto, no soy especialista. Pero voy a destacar aquellos aspectos que no me gustan un pelo, y que suponen, según mi humilde entender, prácticas poco aconsejables. Puede darse el caso de que una página sea accesible para personas discapacitadas, pero tenga errores de otro tipo. Esto no tendría que ocurrir, pero ocurre porque no se tiene en cuenta otra tendencia del diseño: la usabilidad. Accesibilidad y usabilidad no son exactamente lo mismo, pero ambas juntas hacen el milagro. La primera intenta hacer accesibles las páginas a las personas discapacitadas, y la segunda intenta que las páginas sean prácticas y fáciles de utilizar para cualquier usuario. Pero aprendamos (lo que no hay que hacer) de la página a la que me refiero.
Estas y otras pegas pueden parecer poco importantes, porque los que no somos novatos en internet conocemos lo que hay. Pero hay muchas personas, discapacitadas o no, que no tienen tiempo para hacerse con todo un arsenal de opciones que les permita solventar muchos de los problemas que se les presentan cuando navegan por la Red.
¿Cuál es la moraleja de todo esto? Que la accesibilidad es importante para los discapacitados y para los que no lo son. Que la accesibilidad tiene que ir acompañada de la usabilidad, pues ambas se complementan. Que el diseño de una página web es importante, no para hacerla bonita, sino para hacerla útil, práctica y sencilla. Me refiero sobre todo a las páginas de utilidad pública, principalmente las educativas e informativas. El que quiera hacer virguerías artísticas y técnicas en su página web, está en todo su derecho, siempre que su público no sea la mayoría, sino un grupo reducido de seguidores. Nadie debe quitar libertad en la Red de redes para que cada uno haga lo que quiera, pero, aquí como en todo, debe contar con los demás si quiere que su página llegue al público.
Conseguir la accesibilidad y la usabilidad de una página web no es fácil, y eso es un problema. Como he dicho, no sólo se trata de conocer las normativas, sino de querer aprender de los errores propios y ajenos, de observar cómo están hechas las buenas y las malas páginas web que visitamos, y de alimentar nuestro sentido común. Quien quiera informarse sobre la accesibilidad y la usabilidad que visite las páginas de los enlaces que pongo a continuación. Ya he escrito en varios artículos que internet es para todos; esta idea guía mi bitácora desde que la comencé. Ahora más que nunca sabemos que el término “todos” no puede excluir a quienes tienen más dificultades que la mayoría para desenvolverse. Pero también hay que ser conscientes de que en esa mayoría que se cree sana, abundan las personas con discapacidades menores y con dificultades de todo tipo. Salud.
URL del artículo: http://fresno.pntic.mec.es/avaler3/?id=accesibilidad-a-toda-prisa
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