Enlace permanente
Enviado por Javier Escajedo el 11.06.07/22:52

Alejandro, por supuesto que la razón toda no la tenía ni Jesulín con su sonada “toa toa”. No tengo nada clara la diferencia entre lo viejo y lo nuevo en lo nuestro. Pasando por alto el discurso oficial, siempre moderno y vanguardista, cuando observo mi propia práctica y la de mis compañeros de trabajo, siempre he hallado difícil discernir entre lo viejo y lo nuevo más allá del manejo de ordenadores o de la cartilla Palau en manos expertas que, en ocasiones, ha disparado el percutor lector de algunos niños que atascados en este punto han pasado por alguna de las aulas que he tenido en unos u otros centros.
No me convencen las dicotomías, bueno o malo, innovador o carca, web 1 o 2, conservador o progresista, constructitivismo o reproducción, creatividad o memorización… porque, ¿quién no tiene un poco de cada o mete la pala aquí o allá en uno u otro momento?. Tampoco veo ningún problema en ello, forma parte de un … proceso. ¡ No quería decir “el palabro”!, pero se me ha escapado. Si para lograr alguna destreza en el uso de nuevas tecnologías, un niño tirando del “copy – paste” se inicia en las funciones básicas de un procesador de textos que le deslumbra con su producto (imagen + texto + gran titular) y lo vive como un éxito personal…. ¿por qué no aceptarlo así y vivirlo con él como un triunfo?. Yo así lo siento cuando he visto a niños y niñas asombrados ante el papel que sacan de la impresora como SUYO de unas y otras pantallas. No todo queda ahí, evidentemente, pero es una buena forma de empezar.
Hablaremos de ello.
Páginas dispersas -
http://fresno.pntic.mec.es/avaler3
© de la web y del diseño: Alejandro Valero.
Licencia de Creative Commons.