Páginas dispersas

Enviado por José Mª Campo el 10.04.05/00:00

Estos comentarios de los “expertos” sobre la creatividad en el lenguaje de la jerga de los adolescentes a través de los sms, messenger, bitácoras, etc. me recuerdan mucho los de otros “expertos” sobre la renovación artística y el “arte” que atribuyen al fenómeno de los grafiteros. Supongo que ahora que nuestras ciudades están repletas de estas aportaciones “artísticas” y que, prácticamente, no queda un centímetro cuadrado libre de su canon creativo, los “expertos” estarán muy contentos de tener los “museos” al aire libre. No, por favor, seamos serios. Estas jerigonzas no enriquecen el lenguaje, lo corrompen, no lo mejoran, lo menoscaban, no lo renuevan, lo contaminan. La lengua en Internet, en la radio, en la televisión o en la prensa se renueva con aportaciones serias (que las hay) incluso por parte de muchos jóvenes y adolescentes. Por favor que alguien me diga dónde está la “frescura” y la “creatividad” de expresiones como “güay” “molar”, etc. Y no confundamos la magnesia con la gimnasia: por supuesto que el medio en el que se desarrollan muchas de estas monsergas (Internet) no tiene en absoluto la culpa del deterioro del lenguaje que exhiben obscenamente algunos de sus autores. Yo creo que simplemente utilizan este soporte para triturar la lengua ya que, al parecer, eso “mola”.