Estaba viendo en la tele la recepción que Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha celebrado en la capital de España con motivo del día de la comunidad, y he visto que había invitado a personas célebres de variadas profesiones. Como quiera que me he percatado de que había varios actores entre las celebridades, me he preguntado: “Pues si han invitado a actores y actrices, ¿por qué no me han invitado a mí en mi condición de profesor esforzado y blogfesor emprendedor? Yo hago más por mi comunidad que esos actores, pues contribuyo a la educación y la cultura de mucha gente”. En estas cosas se nota que a los profes no nos hacen ni puro caso; pues, digo yo, si la contribución del profesorado es básica para cualquier comunidad, ¿por qué no nos invitan a los docentes a estas recepciones? Yo incluso me habría puesto la corbata y todo.
Este asunto lo comentaba con otros colegas en el artículo anterior de esta bitácora. No nos poníamos de acuerdo en si la botella estaba medio llena o medio vacía, es decir, en si la sociedad confía en los docentes y los respeta o si esto deja mucho que desear. Pues aquí tienes la prueba, Luis, porque Esperanza Aguirre no ha invitado a ningún profesor de primaria y secundaria. Tampoco me ha invitado nunca un Presidente del Gobierno a la Moncloa. ¿Así cómo se van a enterar de la situación actual de la enseñanza?
Yo respeto mucho a los actores y actrices de Madrid, como también respeto a todo tipo de trabajadores, especialmente a los más esforzados y menos favorecidos en su situación laboral. Pero algunos personajes que estaban en esa recepción no son imprescindibles en una sociedad, y nosotros sí, lo siento. No se puede encontrar a otros profesionales que estén tan imbricados como nosotros en cualquier comunidad. Se puede pensar que todos pasamos alguna vez por una consulta médica, y que a todos nos han puesto alguna vez una multa, y que muchos (no todos) contribuimos a Hacienda. Pero realmente con quien más tiempo hemos estado todo quisque ha sido con los profesores y profesoras; incluso más que con los padres. ¿Quién conoce mejor el pulso de una sociedad? ¿Quién sabe mejor que nosotros cómo va ser el futuro de un pueblo, pues convivimos diariamente con los jóvenes que mañana serán ciudadanos con derecho a voto y a deudas?
Es una pena que no me hayan invitado a esa recepción. La sociedad sería mejor y más igualitaria si también nosotros, los profesores, junto a los médicos, los policías municipales, los repartidores o los tenderos acudiéramos a esas recepciones donde se toma canapés mientras se charla de asuntos transcendentales para una comunidad y sus ciudadanos. Pero no somos gente importante. ¿Cómo nos mirarían nuestros alumnos y sus padres si saliéramos en la tele junto a la presidenta de una comunidad y otras celebridades? He ahí la cuestión.
Texto de Alejandro Valero - 03.05.06URL del artículo: http://fresno.pntic.mec.es/avaler3/?id=no-me-ha-invitado-esperanza-aguirre
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