Cómo comportarse en la blogosfera
Hace poco tiempo, Paco Muñoz de la Peña publicó en su Aulablog21 dos referencias que me han dado que pensar. En “Publicar secretos en tu blog puede ser peligroso”, Paco se refiere a un artículo publicado en otra bitácora, y reflexiona sobre la imagen pública de los jóvenes que dan a conocer en sus blogs experiencias personales poco edificantes que pueden perjudicarles a la hora de encontrar trabajo. Después Paco publica otro artículo titulado “Un blog para cada ciudadano” con el que nos enteramos de que Europa Press promueve en España una campaña con ese nombre, nada menos. Si nos imaginamos un futuro cercano en el que todos tengamos, al menos, un blog o bitácora, está claro que nos veremos obligados a cuidar nuestra imagen y a saber comportarnos en el ciberespacio.
Paco hace suya también la preocupación expuesta en el primero de estos artículos, y concluye diciendo: ”...consciente o inconscientemente me autocensuro y no escribo todo lo que pienso por si acaso?”. Naturalmente, ésa es la mejor opción: la autocensura, palabra que tiene un elemento compositivo (‘auto’) que resulta muy atractivo para todo amante de la libertad personal, pero que también posee un sustantivo (‘censura’) que carga con el peso de lo negativo, lo rechazado, la incorrección política. A nadie le gusta decir que se autocensura, pero resulta que nos pasamos la vida autocensurándonos en miles de circunstancias, así que habrá que autosincerarse (sic) como Paco y llamar a las cosas por su nombre.
Imágenes de An Atlas of Cyberspaces
Con todo esto, se me ha ocurrido que podría elaborar una lista con los comportamientos que tendríamos que adoptar cuando estamos en la Red, sabiendo que muchos de ellos son los que deberíamos adoptar en casi todas nuestras situaciones vitales, pero no está mal recordarlos, por si acaso, y por si alguien no está de acuerdo y quiere corregir mis ideas. Debemos tener en cuenta que casi todo nuestro comportamiento en internet se fundamenta en nuestro lenguaje, en nuestra forma de expresarnos por escrito; por tanto, ya tenemos aquí nuestra primera preocupación. Es verdad que cada vez con mayor frecuencia utilizamos el lenguaje hablado en la Red, pero todavía sigue siendo mucho más frecuente el lenguaje escrito. Así que se me ocurre lo siguiente:
- Tenemos que dominar el lenguaje. Esto supone diferentes niveles de exigencia por parte del usuario, pues no es igual escribir un mensaje de correo electrónico a un amigo que escribir un artículo sesudo en un blog. Dominar el lenguaje supone adaptarlo a cada situación en que nos encontremos y preocuparnos por que sea lo más correcto posible, aunque la corrección lingüística esté mal vista en algunos círculos. En todo caso, en internet, más que en cualquier otro sitio, el lenguaje debe ser conciso y directo, más coloquial que de costumbre, aunque sólo sea por no aburrir a los lectores. (Espero estar cumpliendo yo esta premisa).
- Hay que ser positivo en lo que expresamos. No podemos ir por la Red (por la vida) vomitando exabruptos contra esto y aquello sin tener motivos de peso. Y aún en este caso, siempre hay que buscar no herir susceptibilidades y resaltar los aspectos positivos que pueda haber en lo criticado. Que la vida es un valle de lágrimas ya lo sabemos, por eso resulta más elegante esforzarse por fomentar el lado positivo de las cosas. Y aquí un poco de humor no viene mal, incluso en ámbitos donde le pueda desentonar a muchos, porque el humor relaja al autor y al lector, y los acerca más en esta Red que ya impone sus distancias físicas.
- Debemos fomentar la crítica, y esto no se contradice con el punto anterior. Porque la blogosfera es un espacio para la libertad, ésta será cada vez más poderosa si criticamos todo lo que la debilita y envilece. La actitud crítica, que no criticona, nos lleva a estar en guardia constantemente procurando que no nos den gato por liebre. Naturalmente, la primera crítica de todas es la autocrítica, que como la autocensura nos baja los humos y nos da una cura de humildad muy necesaria para poder tener una cierta dignidad en lo que criticamos. Como consecuencia de ello, debemos aceptar la crítica de los demás siempre que tengan algo de razón en lo que dicen.
- Deberíamos mostrar sólo lo que sea interesante. La Red es libertad de expresión, y por tanto todos podemos exponer lo que queramos y mostrar nuestras fotos de cumpleaños, por ejemplo. Pero si hemos guardado esas fotos en un cajón y nunca se nos ha ocurrido enseñárselas a nadie, o sólo a nuestros más allegados, ¿por qué ahora en internet queremos que las vean hasta en China? La verdad es que los chinos, por desgracia, no van a ver nuestras páginas webs. Y es que siempre pensamos que cuando ponemos algo en la Red ya lo va a ver todo el mundo, y luego resulta que sólo lo ven cuatro gatos. Aún así, hay que procurar dar una imagen positiva con lo que mostramos, ni muy seria ni demasiado desvergonzada, natural. Si tenemos vicios o pecados, lo mejor es dejarlos guardados, que ya se encargarán otros, en su caso, de airearlos. Nadie es tan perfecto como para no tener un muerto debajo de la cama…
- Una de las características más notables de internet es la posibilidad de aprender mil cosas en ella, aunque sea de manera dispersa. Quizá la actitud más importante que debemos tener es la de saber que aquí estamos aprendiendo y a la vez enseñando, que nuestros conocimientos, por muy amplios que sean, palidecen cuando se comparan con todo el saber acumulado por los siglos. Internet nos ha puesto el conocimiento a mano, no lo desaprovechemos. Pero también hay que tener claro que, puesto que nuestro conocimiento es escaso, siempre hay que procurar aprender cosas útiles para nuestra vida, pues resulta fácil perderse en mil conocimientos que no nos sirvan para nada.
- La colaboración es la clave en internet. Tantos ojos mirando demandan una respuesta por parte del autor. No se puede dejar colgada una página web en internet, por ejemplo, sin estar dispuesto a responder a las preguntas de los lectores. Para eso, mejor no la pongas. Pero tampoco se puede visitar un blog como quien visita un museo: en silencio para no molestar. Hay quienes prefieren que les lean sin tener que leer a los demás, y no son conscientes de que colaborar implica dar y recibir. Y con ello se consiguen las mejores amistades, las de personas que desinteresadamente colaboran juntas en la consecución de un fin más o menos modesto, pero instructivo.
Y esto es lo que tengo que decir hasta el momento. Si se me ocurren más ideas, las añadiré a esta lista. Si se os ocurren a vosotros, dejadlas en los comentarios. Ahora tendré que ponerme a cumplir todos estos consejos, porque la teoría es muy bonita, y escribir esto es fácil, pero en la práctica todos tenemos que aprender a comportarnos mejor en la Red, en la vida.
Enlace interesante
- Guardar las formas. Gracias a Ángel, de Giática, por este enlace a un artículo de su blog de aula en el que incluye buenos enlaces sobre este tema.
Texto de Alejandro Valero - 03.04.06URL del artículo: http://fresno.pntic.mec.es/avaler3/?id=como-comportarse-en-la-blogosfera
(Páginas dispersas - http://fresno.pntic.mec.es/avaler3 - Con licencia de Creative Commons)