Publicidad y mujeres

Mujer De vez en cuando me permito salirme del guión de esta bitácora, y ahora voy a aprovechar la última queja de Lourdes Barroso sobre una campaña de publicidad no oficial de Firefox para despotricar tranquilamente contra el maltrato que la publicidad ejerce sobre la mujer. Yo no quiero dármelas de feminista, porque aspiro a vivir en un mundo en que no haga falta serlo, y en que la igualdad de todos sea tan evidente que no haya necesidad de defenderla. Pero hay cosas ante las que uno no se puede callar.

Y es que la publicidad actual me parece, en general, que vive en un mundo artificial que ya no existe, o que sólo existe en las mentes perversas de algunos publicistas a los que les gustaría vivir en un mundo estereotipado donde, naturalmente, les resultara más fácil vender sus productos a seres estúpidos y sin conciencia que se tragan todo lo que les echan. Y si es verdad que ese mundo de charanga y pandereta aún pervive entre nosotros, entonces los publicistas se encargan diariamente de reanimarlo y darle cauce sólo para cumplir con unas leyes de mercado que ya deberían estar erradicadas.

Porque ¿hasta cuándo vamos a aguantar este ultraje diario a los principios más elementales de la salud mental y de la conciencia cívica? ¿Hasta cuándo vamos a soportar que utilicen a la mujer constantemente para anunciarnos toda una serie de objetos que ni siquiera necesitamos muchas de las veces? Este abuso no hace falta argumentarlo, pues es tan evidente que casi me da pudor tener que criticarlo con este artículo. Lo que no entiendo es por qué no se realizan manifestaciones diarias en medio de las grandes ciudades en contra de este abuso, cuando se hacen en contra de otras perversiones menos evidentes. ¿Qué les pasa a las mujeres, que no elevan barricadas contra este ataque a su dignidad y por tanto a la dignidad de todos?

Si yo fuera mujer (me digo cuando veo este tipo de publicidad) no sé qué haría, la verdad, pero algo gordo. A veces me pregunto qué sienten las mujeres cuando aparecen estos anuncios en televisión o en los carteles de las calles y están con sus parejas o sus hijos al lado. ¿No se sienten menospreciadas delante de sus seres queridos? Y si es así, ¿protestan ante tal insulto o lo dejan pasar como si se tratara de algo a lo que hay que acostumbrarse porque no queda más remedio?

Lo malo es que este tipo de publicidad que menosprecia la dignidad, la inteligencia y el buen gusto de las mujeres incide directamente en el menosprecio que deben de sentir, por ejemplo, los maltratadores que pegan a sus parejas o las asesinan. No creo exagerar en esto. Si constantemente, día tras día, nos ponen delante de los ojos a mujeres rendidas ante los varones, ¿qué puede ir acumulándose en la mente de estos hombres débiles y sin principios que maltratan a sus parejas? ¿Y en la mente de esos alumnos que desprecian o agreden a sus profesoras? ¿Y en la mente de los chulos que comercian con sus chicas? ¿Y en la conciencia de los publicistas que saben lo que hacen y siguen haciéndolo a pesar de todo?

Texto de Alejandro Valero - 10.03.06

URL del artículo: http://fresno.pntic.mec.es/avaler3/?id=publicidad-y-mujeres

(Páginas dispersas - http://fresno.pntic.mec.es/avaler3 - Con licencia de Creative Commons)