La creatividad en las bitácoras

Libro abierto

El uso de las bitácoras en la enseñanza supone un beneficio para los estudiantes, que todavía estamos analizando los que las utilizamos para dar clase. Naturalmente, la expresión dar clase está cambiando su sentido o, más bien, completándolo con otros significados relativos al uso de las tecnologías del conocimiento en las aulas. Pero todos estos nuevos métodos de enseñanza y de aprendizaje tienen todavía mucho camino que recorrer hasta que se implanten en el currículo o el programa de las asignaturas. Hay aún muchas dudas, muchas reticencias, las de quienes no son conscientes del gran avance que todo esto supone para la enseñanza, o que desconfían de los profundos cambios que estamos viviendo. Sin embargo, lo que nadie puede negar es que el uso de las nuevas tecnologías, y en concreto de las bitácoras, puede fomentar radicalmente la creatividad de las personas, y sobre todo la de los estudiantes, y éste es el principal objetivo que debemos perseguir.

Ni que decir tiene que la tarea no es fácil. No sé si hay personas especialmente dotadas para la creatividad; siempre pensamos en artistas como Picasso cuando se habla del tema, y después nos olvidamos del asunto considerando que eso no está al alcance de la mayoría de los mortales. Pero la creatividad abarca muchos aspectos de nuestra vida, no sólo el artístico, y no se trata de crear monstruos del arte como Picasso. Al menos que consideremos que el Arte tendría que ser una parte importante de nuestra personalidad que hubiera que fomentar especialmente. Los que pensamos que esto último es fundamental no tenemos por qué cerrarnos a la evidencia de que la creatividad tiene muchas formas de expresarse, que no sólo el arte en general puede arrogarse, y entre ellas podemos nombrar, por ejemplo, la programación de aplicaciones informáticas, las comidas de los buenos cocineros o las nuevas herramientas de los inventores. No creo que los críticos profesionales consideren que cualquier tipo de creatividad sea arte, aunque los hay que aprueban muchas obras artísticas que al ciudadano medio le provoca la risa. Sin embargo, nadie duda de que la creatividad mueve montañas.

Pero no me quiero desviar del tema. El asunto es así de simple: los profesores debemos fomentar la creatividad de nuestros alumnos, y esto es aún más importante que el procurar que adquieran muchos y buenos conocimientos. Se puede ser muy listo y se puede saber muchas cosas, pero el que no es creativo, el que no pone en marcha todo su saber y toda su experiencia en la consecución de un objetivo, ése no va muy lejos. Y el uso de una bitácora por parte de profesores y estudiantes puede ayudarles a expresar su creatividad. ¿De qué maneras? Se me ocurren algunas, pero estoy seguro de que a todos los profesores se les puede ocurrir más de una forma de fomentar la creatividad por medio de las nuevas tecnologías. Un buen ejemplo de ello es la experiencia que ha llevado a acabo Bea Marín con sus alumnos, que han utilizado las bitácoras para dar vida a los personajes de El Quijote. Ejemplos como éste demuestran, además, que internet puede ser también un foco de cultura literaria, no sólo tecnológica, y que las nuevas tecnologías tienen que formar parte de una nueva Cultura que asimile la tradición, como ha ocurrido siempre con los nuevos movimientos culturales. Y ahí debemos estar nosotros, fomentando la creatividad y la cultura.

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La bitácora como herramienta fundamental de formación. Este artículo es la continuación del presente artículo.

(Icono extraído de Open Clipart)Texto de Alejandro Valero - 16.05.05

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