Se dice pronto, pero ya llevo publicados cien largos artículos en mi bitácora durante casi dos años. Cuando escribí cincuenta, hice una pública confesión de mis debilidades como bloguero, y ahora aprovecho este número 100 para reflexionar sobre los blogs desde una perspectiva más técnica. Se dice que son muchas las personas que abandona la escritura de su bitácora por falta de interés o por aburrimiento, pero de momento no es ése mi caso, aunque no lo descarto, como no se puede descartar nada en la vida. En realidad, yo no me habría imaginado hace tres años que iba a estar aquí dale que te pego escribiendo unos cuatro artículos al mes durante dos años, pero es que le he cogido el gustillo a esto.
Con el tiempo se irán perfilando las características de este tipo de escritura, pero ahora caben todas las posibilidades imaginables en un blog. Lo bueno es que cualquier persona puede escribir lo que le parezca, y por eso abundan los diarios personales en forma de blogs. En el extremo opuesto están las bitácoras que sólo incluyen información, y que muchos pueden considerar como los auténticos blogs. Ha habido alguna discusión sobre si cierto tipo de blogs son o no son auténticos, es decir, si responden a unas supuestas características que garantizan su etiquetado como tales. De momento, ningún rasgo creo que se pueda establecer como perteneciente sólo a la especie blog de la variopinta fauna virtual, ni siquiera la posibilidad de escribir comentarios o de incluir enlaces.
Entonces, ¿qué es un blog? ¿Qué distingue a las bitácoras? Desde mi punto de vista, esto sólo puede buscarse en las características meramente técnicas de este nuevo medio. Hace tiempo describí aquí cómo son técnicamente las bitácoras, y quise seleccionar sólo sus características básicas, desechando muchos otros rasgos que se van incorporando con el vertiginoso avance de las tecnologías pero que yo creo que no añaden nada importante a la base. Estas características son las siguientes:
Aquí tenemos retratado lo que es un blog o una bitácora en sus rasgos esenciales. ¿O no? Respecto a la primera característica, yo conozco a alguien que ha elaborado su blog escribiendo las entradas en un mismo documento HTML, como se hacía antes. La segunda característica pensaba yo que era la mejor, pero he encontrado páginas donde los desarrolladores de una aplicación van informando de sus avances en orden cronológico inverso sin necesidad de utilizar una herramienta de blog. La tercera característica ha estado ausente durante mucho tiempo del mayor servidor de blogs gratuitos, Blogger. Respecto a la cuarta característica, todos conocemos blogs cuyos autores prescinden de los comentarios principalmente por motivos de comodidad. Y los canales de información RSS, la quinta característica, son tan prescindibles como importantes en la nueva Web 2.0 que nos ha tocado disfrutar.
Con estos argumentos podríamos considerar que los blogs no existen, porque no tienen rasgos distintivos. Por eso, yo a veces me pregunto qué es un blog. ¿Será un engendro elaborado con partes extraídas de otros engendros? Quizá sea eso: una mezcla de elementos tomados de aquí y de allá que hemos querido llamar blog o bitácora, y que sólo se sostiene por la voluntad colectiva de creérnoslo. En todo caso, me gustan los blogs y para mí existen porque quiero que existan. Está terminando el año 2006 y hemos asistido al avance imparable de este medio de comunicación. El año que viene os seguiré acompañando, junto a otros colegas y amigos, desde esta bitácora y desde otros blogs colectivos en los que participo. Feliz año.
Texto de Alejandro Valero - 28.12.06URL del artículo: http://fresno.pntic.mec.es/avaler3/?id=que-es-un-blog
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