Quienes escribimos blogs tarde o temprano nos topamos con ese señor molesto y antipático que es el lenguaje. ¿Quién le manda venir a interrumpirnos cuando estamos tan felices escribiendo un post? ¿Qué más dará cómo se diga algo si la gente lo entiende? Son ganas de fastidiar ahora que por fin hemos encontrado un medio de comunicarnos sin intermediarios. ¡Viva la libertad de expresión! Es decir, me expreso como me da la real gana. Pero cuando lo pensamos bien, nos damos cuenta de que alguien tiene que molestarse en recordarnos que el lenguaje es importante, como hace la campaña "Eres lo que escribes, eres como escribes". Si todos coincidimos en que un cirujano debe manejar el escalpelo a la perfección, también deberíamos nosotros dominar el lenguaje con habilidad, pues con las palabras nos movemos por la Red.
Esta campaña se centra sobre todo en la corrección de las faltas de ortografía, pero hay que decir que la ortografía es lo de menos en este asunto, porque siempre podemos recurrir a cualquier corrector ortográfico que nos deje el texto presentable, pues no creo que casi nadie se lea un manual de ortografía para corregir sus faltas, que es lo que habría que hacer para no volver a cometer errores. Lo que tiene verdadera importancia a la hora de escribir, y sobre todo un blog o bitácora, es lo siguiente:
Como se ve, son muchos los factores que inciden en la lectura y la comprensión de un texto, y sobre ello he escrito con mayor amplitud en "El mal diseño de las bitácoras". Por ello, tenemos que ser conscientes de que no es igual decir algo en medio de una calle congestionada por el tráfico, los ruidos y las prisas, que decirlo en un bello jardín atravesado por el perfume de las rosas y el leve chasquido del viento en las hojas de los árboles. El entorno ayuda mucho a la comprensión de sus elementos. La ortografía siempre se lleva la peor parte, pero ya es hora de que identifiquemos mejor a los culpables.
Mientras terminaba de escribir este texto, he visto que Eduardo Larequi, "el tigre", acaba de publicar un artículo en su blog sobre el mismo tema, y coincidimos en algunos aspectos. Nos pide Eduardo que colaboremos a esta campaña con nuestra aportación, y este artículo es una de las formas en que yo quiero responder a ese llamamiento, pero voy a escribir alguno más, sobre todo pensando en mis alumnos. Por mí que no quede. De todas formas, me temo que esta campaña acabe, como casi todas, en el limbo de los fallecidos al poco de nacer. Suele ocurrir igual con nuestras buenas intenciones cuando nos dicen que los coches provocan contaminación y muerte, o que el tabaco y el alcohol perjudican la salud, o que Microsoft ahoga el mercado con su monopolio y sus patentes: después de pasada la emoción inicial, regresamos a nuestras cotidianas perversiones.
URL del artículo: http://fresno.pntic.mec.es/avaler3/?id=con-el-lenguaje-hemos-topado
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